BEZWERING – Aan De Wormen Overgeleverd (ALBUM REVIEW)

BEZWERING – Aan De Wormen Overgeleverd (ALBUM REVIEW)

Hace unas semanas atrás leí que tanto el sello como la banda que nos convoca hoy, definían su sonido como “Undeath metal”. Tal calificativo llamó mi atención así que decidí hacerles este review. Bezwering (Encantamiento, en neerlandés) es una banda originaria de Gelderland, Países Bajos, cuyas letras se cantan en holandés en su totalidad. El grupo está compuesto casi en su totalidad por veteranos de la escena de dicho país, siendo todos – excepto Plaag – ex miembros de la difunta banda Wederganger: Alfschijn en las voces, MJWW y Plaag en las guitarras, Onmens en la batería y Onzalige en el bajo.

Formados en el año 2018, al año siguiente lanzaron un demo con dos canciones y hoy justamente nos presentan su primer larga duración, cuyo título se traduce como “Entregado a los gusanos”, lo componen 9 temas de similar calidad y concepto artístico. Por lo que averigüé, el álbum y las letras de este trabajo se refieren a que estas creaciones pertenecían al mundo de los muertos pero que a través de este opus se “ofrendan” o se ponen en conocimiento de los vivos (algo así como canciones no-muertas, “undead”), o que conforman letanías zombies, si prefieren llamarlas así. Prueba de lo anterior es el cover art: una pintura en blanco y negro donde se aprecia un cadáver en descomposición rodeado de gusanos y del cual surgen las raíces de árboles gigantescos y frondosos, que parecen invadir o surcar una pequeña aldea, creciendo altos hacia las estrellas. Hermoso.

Siendo coherentes con el concepto lírico y visual, Bezwering practica un estilo que podríamos calificar como dark/black metal, en la línea de bandas tan disímiles como Bethlehem en su costado más agresivo y black, Agalloch (cuando sus canciones alcanzaban tintes más black metal en su última etapa) y Batvshka. Luego de escuchar varias veces este debut, entiendo que este grupo haya querido bautizar esta original fusión de estilos con un nombre distinto, pero que no resulta difícil detectar sus componentes.

Así, “Vredeloos” (“Sin paz”) abre el álbum con un riff lento, extrañamente ganchero complementado lentamente por líneas de bajo y batería (El inicio es muy parecido al de “Blow your trumpets Gabriel” de Behemoth, tema que abre su disco “The Satanist” – Nuclear Blast, 2014). Lenta y dolorosamente, la tensión se acumula hasta que repentinamente cambia a un ritmo más rápido y agresivo. Alfschijn hace su aparición con su voz wizard (el carraspeo black típico del estilo) pero que no es gritada, sino regurgitada, sin estridencias. El blast beat surge durante el coro donde ahora la voz black se acompaña de una voz limpia y solemne. Hacia el final de la canción se vuelve escuchar ese riff sombrío y lento que nos dio la bienvenida al principio. Continúa “Nagezeten” (“Terminado”) que arranca con un grito pectoral muy Celtic Frost, los riffs y la batería veloz dan paso a estas voces limpias – tipo canto gregoriano – que se alternan perfectamente con la voz corrosiva de Alfschijn. La pista emana una atmósfera extraña, casi sicodélica, aumentada por el recitado en holandés. Después de unos minutos cae en una sección rápida llevada sólo por la batería y el bajo, este último tocado muchas veces golpeando al máximo las cuerdas contra el puente, mientras la guitarra hace una melodía perturbadora y aguda. Nuevamente otra explosión blast beat al final con cantos gregorianos flotando sobre los latigazos. Belleza oscura y disonante.

Es momento de resaltar la buenísima calidad del sonido del álbum: suena potente y claro, cada instrumento se percibe a la perfección, la voz ubicada en el espectro por encima de los demás instrumentos pero sin opacarlos, como la punta de una catedral. Cuando éstas son entonadas de manera limpia, se aprecian claramente y no se ahogan en la oscuridad extrema de la sección instrumental del quinteto. A veces suena un teclado de fondo, como en la tercera pieza “Rouwstoet” (Procesión fúnebre) la que justamente parte lenta y asfixiante con voces gregorianas (llamémoslas así) para finalizar de la manera más brutal.

“Uitgeteerd” (“Agotado”) inicia de manera bombástica y a full tempo con riffs muy Batushkabanda a la cual se asemejan principalmente por su espíritu solemne, casi “litúrgico” y por la extremidad sonora en algunos momentos – pero que luego de machacarte unos momentos e inyectarte adrenalina, te hacen tararear sus melodías. Y si dominara el idioma, cantaría con gusto las secciones de voces gregorianas. Nunca había escuchado antes cantar en holandés, suena bastante apropiado para este estilo. Menos gutural que el rumano, al menos.

Continúa esta invocación “Aan gene zijde” (“Al otro lado”) la cual es, con mucho, la canción más pegadiza al álbum. “Quema las velas, cierra las ventanas. La muerte y la vida se unen”, se lee en el texto. Se unen en infernal comunión las voces wizard y gregorianas de Alfschijn, mientras los demás cabalgan sobre notas negras, en un ritmo marcial.

Esta peculiaridad de mezclar guitarras blackers con cantos gregorianos no es nueva: ya en los noventa y principios del 2000, bandas como los noruegos Limbonic Art añadían a sus alucinaciones teatrales llenas de black metal cósmico, coros gregorianos. Los brasileños Mystifier también los usaron en su momento (Chequeen el cover que le hacen a Sepultura, del tema “Warriors of Death”, que aparece en el disco tributo “Sepultural Feast – Sepultura Tribute”, del sello Black Sun Records, 1998).

“Terror Terroris” canta sobre las fechorías del infame mariscal Maarten Van Rossum quien fue un comandante del ejército que llevó a cabo un cruel reino de terror sin precedentes en los siglos XV y XVI. Musicalmente es muy similar al tema anterior, en cuanto a métrica, esquema vocal y riff accesible.

“Geen bloemen op mijn graf” (“No hay flores en mi tumba”) es un buen ejemplo de tragedia musical sobre morir y ser olvidado. La guitarra (por cierto sorprendentemente doom) parece llorar junto con el lamento de Alfschijn, y en la medida en que avanza el track la canción adopta un ritmo rápido muy propio de Katatonia en su disco “Brave Murder Day” – por eso el mote de “dark metal” que le atribuyo a su música – mientras se suma la vociferación wizard del cantante. De golpe la canción concluye para darle espacio a “Het tweede gezicht” (“La segunda vista”) la cual parte con una sección muy post/black metal, con una melodía en teclado a modo de mantra, que da paso a un infierno blacker desatado: golpes de batería y riffs rápidos que te dejarán boquiabierto y que te harán mirar cualquier iglesia con una sonrisa maliciosa! El uso limpio y operático de la voz limpia forma un bonito contraste. Nuevamente otro cambio de tiempo da paso a una sección tipo brave murder music con un solo de guitarra. El álbum se cierra con “Waanzinskolk” (“Locura”), tema instrumental que vuelve a llevarnos a una agradable fusión de post/black con sonidos industriales de fondo, un blastbeast desatado en la sección media y que termina con ritmo y riff con mucho groove.

¡Wow! Qué viaje ha sido escuchar el disco de estos muchachos. No se dejen llevar por la portada del disco, ésta induce a engaño: esperarías a que se trate del clásico black metal ortodoxo, totalmente true con ese logo e imagen en blanco y negro, PERO NO: recibirás una dosis de, como dicen ellos “undeath metal” con mucha onda y originalidad. De esta nueva camada de bandas que mezclan la escuela nórdica del black metal con guitarras afiladas y con un respetable gusto por la sicodelia y la disonancia – con compañeros como Portal o BatushkaBezwering hasta ahora serían los más “melódicos” y gancheros, con el acertado uso de riffs y voces gregorianas. Los instrumentos se complementan bien y los diversos cambios de tempo mantienen la atención por completo. No se llevan la nota máxima debido a que, pese a todos estos elogios, le faltó “algo” al disco, que pertenece a mi mera subjetividad: quizás más sentimiento o mayor consistencia o peso en el desarrollo de las canciones, conceptos que sí encuentro en los primeros dos discos de Agalloch o en el debut de Batushka, por ejemplo, a los que siempre vuelvo y que sin importar el momento en la vida, tendrían siempre nota máxima. De todas maneras, para ser un disco debut, la calidad mostrada es excelente. Veamos qué concepto nos traen en el próximo disco; aquí tienen pues, una oscuramente bella sorpresa para estos días grises.

Género: Black Metal, Dark Metal
Lanzamiento: 24-04-2020
Sello: Van Records

Calificación: 8.5 / 10

Album Review: G_Radaghast B.P.

.:G_Radaghast B.P.
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