
KARI RUESLATTEN – Sørgekåpe (ALBUM REVIEW)
Por Mónica C. Bórquez
Si en el famoso juego de pegarse papeles en la frente y tratar de adivinar el concepto, me tocarse definir “Noruega” – por supuesto, sin decir el nombre-, se me vendrían un montón de bandas a la cabeza, con seguridad de Black Metal, en su mayoría. Se me viene una riqueza musical y composiciones impresionantes. Se me viene una estética en particular; una imagen otoñal que no se termina y otras cuántas cosas similares que entran en la categoría de imaginarios medio cliché que posiblemente ni siquiera sean reales. Y entremedio de toda esa densidad, de toda opacidad y dureza, me resuena también un puntito de luz; un elemento encandilante que brilla insistente y que se aleja de esa dinámica. Esa es Kari Rueslåtten, distinta y magistral.
Hace dos días liberó el álbum titulado “Sørgekåpe‘, a través del sello Spindelsinn Records y a tres años ya de su trabajo anterior (el hermoso “Silence Is The Only Sound”). En este material recién estrenado, la vocalista noruega se aventuró a escribir la totalidad de las letras en su idioma nativo, cosa que no hacía desde su disco debut. Y honestamente, sin riesgo de hacer spoiler alguno, Sørgekåpe se escucha y demuestra la madurez de una artista que lleva más de 28 años aportando maravillas a la música.
Distraídamente, escuché todo el primer tema ‘Sørgekåpe‘ mirando intermitentemente la portada del álbum y mi ventana a la vez. Me di cuenta que single e imagen hacían match perfecto. Gris, invernal, Kari. Ahí me detuve a pensar que en verdad el 90% de las portadas en los trabajos de la artista son prácticamente iguales: una imagen de ella misma, un poco fundida en alguna parte de la naturaleza, a veces un poco borrosa, siempre etérea, siempre el cabello rojo hipnotizante. Sencilla, porque no necesita más.

Éste álbum no es nada menos de lo que podrías esperar y posiblemente nada distinto de otros álbumes anteriores tampoco, que en general, me dejan la misma sensación en el pecho. Es un disco calientito, perfecto para oír en solitario, pero quizás sin grandes pretensiones. Y es que posiblemente no sean necesarias; la voz de Kari Rueslåtten es tan distinguible y única que siempre será la protagonista.
Francamente, podría lanzar un disco “a cappella” y no importaría realmente, porque es ese vibrato suave, las transiciones perfectas y el color de su voz susurrada lo que te atrapa; y cualquier arreglo o instrumento, parece un elemento prestado y absolutamente secundario – con el máximo respeto que merecen los cuatro músicos que acompañan a la intérprete en el disco -.
De principio a fin, Sørgekåpe te envuelve en una atmósfera de serenidad. Si bien, en un par de canciones (“Svever” – “Alt Brenner Nå”) el ambiente se pone animoso y despreocupado, basta adentrarse en los sonidos y en las composiciones para llegar a las capas más profundas de esta pieza y descubrir cómo se va asomando el trasfondo oscuro y secreto de la cantante. Es como un pasaje seguro a los confines de su mente y alma compositora. Si puedo quejarme de algo, es del punto de inflexión que ocurre cuando culminan los últimos segundos de “Storefjell”. Te da una sensación de que algo te arrancaron del pecho antes de tiempo, muy comparable a cuando la alarma del despertador te roba la parte más bonita del sueño que estabas teniendo. No sé si llamaría inconcluso al álbum, pero sí me quedé esperando más. Al fin y al cabo, la obra completa dura únicamente 35 minutos.

A la hora de redondear la experiencia con el disco, me pasa – como siempre- que pienso en algunas definiciones que no vale la pena traducir de su idioma original, puesto que encapsulan la expresión precisa que quiero declarar. Me pasa en particular ahora con el concepto que se me vino a la cabeza todo el tiempo que escuché “Sørgekåpe”. Así que sin más rodeos, definiré el álbum en dos palabras que no me animé a intentar traducir: “Crystal clear”.
Posiblemente, no sea el disco que te haga volver a él para escucharlo repetidamente sin parar. Pero me aventuro a decir que te llamará de vuelta de manera espontánea cuando tu cabeza y mente se hayan hartado un poco del bullicio un poco insoportable y la suntuosidad del mundo de afuera. Cuando necesites de esa simpleza y calma que yacen en el core de las composiciones de Kari Rueslåtten.
Tracklist:
1. Sørgekåpe
2. Svever
3. Månen Lyser Ned
4. Når Mørket Faller
5. Blind
6. Alt Brenner Nå
7. Savn
8. Øye For Øye
9. Storefjell
Calificación: 8 / 10
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