
PARADISE LOST – Obsidian (ALBUM REVIEW)
Por Patricio Muñoz
Escuchar por primera vez un nuevo disco de Paradise Lost es un gran desafío, el respeto a su trayectoria e influencia en el metal extremo mundial es algo que abre los parámetros del análisis de un nuevo álbum, más aún cuando su discografía es una montaña rusa que partió con un sonido underground con matices de Death Metal y que en el tiempo fue incluyendo elementos góticos a su música, una montaña rusa que podríamos decir que tuvo curvas peligrosas o pendientes pronunciadas cuando la banda experimentó en el rock gótico y en la música más electrónica, tramo que en realidad no fue negativo, solo diferente, una estacion interesante en el camino y que incluso dejo algunos clásicos que aún suenan en sus presentaciones en vivo. Algo que destaco mucho de este viaje imaginario discográfico es que Paradise Lost está volviendo a sus raíces con sonidos oscuros, guitarras desgarradoras y una notable voz gutural a diferencia de otras bandas del estilo que siguen una constante evolución hacia las melodías limpias y las composiciones progresivas. Esto nos hace sentir que la banda con sus 32 años de vida vuelve a su estación de partida en este viaje de sensaciones de su nutrida discografía.
En este marco los ingleses están listos para lanzar su décimo sexto álbum “Obsidian” el próximo 15 de mayo del 2020 a través de Nuclear Blast. En este disco nos encontramos con sentimientos profundos, todos ligados con la oscuridad y la melancolía, pero de una manera bien densa, una pesadez inquietante. Podría pensar que el orden de las canciones fue elaborado con la finalidad de envolver al oyente durante la primera mitad del álbum, para después aplastar la mente con canciones que hacen sentir que la cabeza explotará muy lentamente. Es un disco bastante sobrio, pero enérgico, la sensación es una oscura caída en espiral a un abismo que apunta al mismísimo infierno.
Este disco incluye un grado de controlada versatilidad que te hace rememorar momentos de discos anteriores, es como una fusión de épocas que podrás percibir en los leves detalles que para un fanático duro de la banda será más fácil de descubrir. ‘Obsidian’ coquetea con sonidos del pasado, sin embargo está lleno de innovación en distintos aspectos. Los más notorios y destacables son la variedad y majestuosidad vocal de Nick Holmes y el notable aporte en batería de Waltteri Väyrynen , su participación en la banda ha sido un refrescante aporte en cuanto a arreglos de percusión en este disco, su técnica es muy bien utilizada en temas lentos y pesados, usa muy bien los recursos. En cuanto al bajo sigue aportando en la estructura de los temas, pero con nuevos sonidos que le dan un matiz y una variedad que sirve para los diferentes momentos del disco. Otros puntos innovadores son la inclusión de violín, piano, sintetizador e incluso guitarras acústicas, todo lo anterior en una medida muy sutil.
Sin lugar a dudas Paradise Lost tiene un control magistral sobre la idea que nos quiere mostrar en sus trabajos y esta no es la excepción, su intento de sorprender a su público en el primer tema es una muestra de ello, un impulso creativo que nos invita a involucrarnos de lleno en el disco.
“Darker Thoughts” es la primera canción, la expectativa se confunde y la sorpresa de apodera de los sentidos tras los primeros segundos de esta canción, tanto así que se pasa por la cabeza revisar si lo que está sonando es realmente Paradise Lost , una voz grave y triste entre un violín que acompaña la melodía, nos abre la mente, la atmósfera se apodera del ambiente, a medida que avanzan los versos nos vamos familiarizando con la voz de Nick que nos envuelve en la sensación de que otra vez Paradise Lost nos sorprende por completo. Luego de esta increíble y desconcertante introducción, belleza musical por donde se le mire, la dirección hacia los riff pesados es cosa de tiempos, y estos explotan en el momento preciso junto a un ritmo retumbante, un estribillo áspero digno del estilo con una potencia única, un tema en definitiva alucinante digno y muy bien elegido para abrir el disco.
“Fall From Grace” canción elegida como single y apoyada con un videoclip. La guitarra de Gregor Mackintosh se hace presente con su sonido característico acompañando la línea melódica del tema, dándole una atmósfera única y propia. Un track con un sonido cercano a lo que fue “Icon” (1993) con riff bien marcados, un coro con voces limpias pero potentes que realmente nos convence que “estamos solos”. Esta canción va muy bien insertada en el segundo lugar del disco, el sonido y ambiente se complementa perfectamente para seguir por la misma línea y nos insinúa por el camino que va a tomar el álbum. Aunque siento que el primer tema fue más impactante por decirlo de alguna forma pero se ensambla muy bien como un segundo vagón.
“Ghosts” también apoyado con un lyric video, parte con un efecto de distorsión en el bajo poco utilizado anteriormente por Steve Edmondson, tiene un ritmo más ágil que sus dos predecesores con riffs entre cortados y acordes limpios en guitarra que nos recuerdan el sonido de discos de Paradise Lost grabados durante primera década del milenio. Un interlude con el bajo con distorsión y acompañado con un efecto de flanger nos da el paso a la parte final y reiterativa de la canción que la hace desvanecer y no ser tan relevante como algunas otras del disco.
“The Devil Embraced” sigue el sonido gótico, se notan muy bien los arreglos en batería dentro del ritmo lento y pesado, las voces limpias de Nick nos muestran la faceta más melódica, claro hasta el punto en donde irrumpe con una voz gutural de ultratumba muy bien trabajada desde ya hace algunos años. “Forsaken” nota al aire en tono grave, riff apañados y rápidos, que preparan la entrada a un estribillo abierto y contagioso coro que sirve de puente para cruzar al mejor solo del disco, un tema potente que te saca de la atmósfera envolvente de los temas anteriores.
“Serenity” viene como anillo al dedo despues de el track anterior, un ritmo más ágil que la primera parte del disco que invita al headbanging, con un coro que explota en la cara, los gritos desgarradores de Nick y todo el entorno musical que lo rodea hace que entre al podio de los mejores temas del disco.“Ending Days” sus armonías iniciales nos dan un respiro de los dos golpes anteriores directos al mentón que nos dejaron casi “nocaut”, melodías deprimentes con arreglos orquestados con un clímax orgásmico de la mano de un solo final de Gregor, sin abusar de nada de lo anterior los ingleses logran que este tema sea uno de los más relevantes del disco. Solo ellos pueden lograr esta combinación sea perfectamente elegante, un inconfundible viaje a la época del “Draconian Times” (1995).
“Hope Dies Young” matices de una época limpia, de finales de los 90’s y principios de la década del 2000, una canción bisagra, limpia y liviana pero a la vez intensa, no será un tema que se convertirá en un clásico, pero es muy agradable de escuchar y está perfectamente dentro de los márgenes de la línea del disco. “Ravenghast” una canción épica y pesada, un comienzo tenebroso y tenso, el bajo grueso que lleva la línea del tema , una entrada instrumental de antología y la voz es lo mejor, oscura y desgarradora, una canción lenta y dramática, con una atmósfera deliberadamente sacada de las sombras, los patrones de batería son un gran aporte de Walttery, durante la segunda mitad de la canción el ritmo se agiliza para servir a un escalofriante solo de guitarra, es un tema que te rompe el cráneo, pero de forma lenta y agónica, sin duda uno de los mejores del álbum.
“Hear The Night” y “Defiler” solo los voy a nombrar , ya que no vienen incluidos en el álbum de vinilo y solo aparecen como “bonus track” en el disco compacto, pero por algo son solo bonus track, la esencia del disco está en los temas titulares sin duda.
“Obsidian” es un disco que me agrado significativamente más que su antecesor “Medusa”, por que es un álbum que abraza el oscuro romanticismo de la nostalgia y la melancolía pero con un tono oscuro y potentemente deprimente. La etapa compuesta por sus discos “The Plague Within” (2015) y “Medusa” (2017) y que que ahora incluye a “Obsidian” nos ofrece un Paradise Lost maduro y llegando a un sonido óptimo. Creo que este álbum puede ser fácilmente uno de los mejores del año, que muestra a la banda muy versátil y que además le rinde tributo a su pasado, rescatando lo mejor de él para insertarlo en un álbum fresco, intenso y con un sonido muy bien producido en el que destaca el increíble nivel y buen momento de Nick en las voces, logrando alcanzar unas graves limpias magníficas y unas guturales infernales que las viene trabajando en los últimos discos.
Otro punto a destacar son las excelentes intervenciones de Waltteri cuya virtuosa técnica permite aportar matices, sobre todo en los temas más lentos y pesados. Por otra parte Gregor tiene un par de momentos gloriosos en el disco, un sonido característico y una receta comprobada, pero siempre evolutiva, su estilo lo deja plasmado en todo el álbum. Aaron en lo suyo, ser una de las mejores guitarras rítmicas que he escuchado, la energía que transmite en sus riff y sobre todo en vivo es algo que lo hace ser muy auténtico. Y Steve sólido en el bajo, llevar la base estructural de los temas es algo que hace muy bien, me agrado mucho la inserción de nuevos efectos y distorsiones sutiles en las cuatro cuerdas para algunos momentos del disco. En definitiva un disco mucho más Doom que Gótico, un álbum oscuro y muy interesante que refleja es muy buen momento que está viviendo Paradise Lost.

Lanzamiento: 15-05-2020
Sello: Nuclear Blast Records
‘Obsidian’ Track Listing:
- Darker Thoughts
- Fall From Grace
- Ghosts
- The Devil Embraced
- Forsaken
- Serenity
- Ending Days
- Hope Dies Young
- Ravenghast
- Hear the Night (Bonus Track)
- Defiler (Bonus Track)
Calificación: 9 / 10
Gentileza Nuclear Blast Records
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