Los mejores discos del 2020 según Metal Addiction (PARTE III)
Artículo por: Mónica C. Bórquez
Continuamos explorando lo mejor que nos dejó este 2020, haciendo un repaso por nuestros discos favoritos. Hoy es el turno de la Parte II, con un popourri que honestamente no pega ni junta, como todo lo que escucho. Tal como mencionó mi colega en la Parte I: favoritos había varios, sobre todo MUY favoritos. Pero los repartimos de manera justa para que quienes más saben de ellos y del estilo, hablen con mucha más autoridad y conocimiento de causa. Así que fui continuando con lo que venía en la lista, pero aún así tremendamente conforme.
En lo personal, mi lista de reproducción no cambia mucho en un año corrido, por lo que este tipo de ejercicios me toma bastante trabajo. Sin embargo hay una decisión importante por apostar por aquellas grandes sorpresas que aparecieron este 2020. Y por supuesto, brindar un espacio para hablar de ellas y cómo se fueron quedando en la retina.
De cualquier forma, no podría quedarme sin mencionar que aquéllos que se apoderaron de varias de mis noches de insomnio. Fueron las tremendas piezas de Oceans Of Slumber y Draconian. No se preocupen, ¡ya vendrán más adelante! Mi repertorio quedó mezclado entre lo alegre y lo reflexivo. La nostalgia y la aprensión dolorosa, se me quedó con esos dos anteriores.
Puedes revisar las primeras parte del especial, aquí:
DARK TRANQUILITY – “MOMENT”
Sería complejo decir que este álbum me impresionó, pero sí me es muy fácil decir cuánto me gustó. No es el factor sorpresa lo que venía de la mano con lo nuevo de los suecos, y está bien para mí. Por supuesto que es un juicio tremendamente personal, pero me sentí confundida cuando escuché el primer single y coincidimos con varios amigos fans que nos sonaba mucho a Atoma.
Era sólo cosa de escuchar el material completo para poder hacerme un juicio como corresponde. Y pasa que cuando te enfrentas a una banda tan buena como Dark Tranquillity, es difícil no ponerle la vara alta o no hacerse expectativas. Esperar algo mejor que lo anterior, como si fuera ese el interés de la banda a la hora de liberar un disco nuevo. Pero realmente están tan arriba en su propia liga que “Moment” es un tremendo sucesor de lo que ya venían haciendo. A pesar de que me costó un par de rounds sacarlo de la casilla de “correcto”, terminó por conquistarme. Y se merece un lugar más que alto en mi propio podio del 2020. Curiosamente, no me sentí atraída en particular por ninguno de los singles, debo decir. “Remain in the Unknown“, “Standstill“, “Eyes of the World” o “In Truth Divided” son algunas de las que realmente hicieron todo el trabajo para mí.
Puedes leer nuestra entrevista a Mikael Stanne en el siguiente link.
DARK SARAH – “GRIM”
A veces pienso que ya estoy “grande” para fantasear con historias de brujas, bosques encantados y uno que otro poder mágico. Incluso grande para este tipo de música. Pero Dark Sarah todavía lo logra conmigo, con composiciones sólidas y brillantes. Porque su sonido no es para nada un juego de niñxs. “Grim” es un disco bombástico que te ataca desde el principio y que se corona con la voz madura y exquisita de Heidi Parviainen. Es absolutamente evidente que ella logró encontrar su sonido propio y que en solitario ha hecho mucho más de lo que dejó en Amberian Dawn. Pieza tras pieza se prueba a ella misma como una vocalista tremendamente integral. ¡Qusiera que tuviera más reconocimiento!. Grim es un disco delicado, coqueto, sensible, travieso, dramático y todo a la vez. Si es por historia, es totalmente apto para quienes disfrutaron de “Red Riding Hood”, “The Village”, “Maleficent”. Si es por sonido, es un álbum que explora la intensidad musical del estilo cinemático. Tienes historia, tienes trama, tienes teatralidad. Buena adición para el 2020.
Puedes leer la reseña completa en el siguiente link.
ULVER – “FLOWERS OF EVIL”
Honestamente no presté mucha atención a este disco en un principio. Lo hice bien sólo hasta que estuve en compañía de un buen amigo luego de decirle “¿escuchaste lo último de Ulver? parece que es distinto a lo que han hecho antes“. Y nos atrapó. Por supuesto que este es el ejemplo claro de un disco que debe ser medido por lo que es y no por lo que era la banda antes, aunque eso siempre cause dolor y molestia a los oyentes con años de Ulver en el cuerpo. De hecho es un criterio al que forzosamente me he sometido yo misma con muchas bandas que, si quisiera yo vivir del pasado, simplemente no podría volver a escuchar. Pero tampoco soy ciega, el sonido de “Flowers of Evil” podría parecer incluso incomprensible. Pero aunque actualmente su sonido es diametralmente distinto a sus inicios, esto es precisamente lo que vuelve a Ulver una banda enigmática y seductora. Y este disco, para mí es seductor. Algo de Synth Pop aún con atmósfera oscura, que escucharía en Blondie – referencia santiaguina-, de hace algunos años. Y para mí está bien. Llámenlo “Depeche Ulver” si gustan. No me importa. Tampoco me interesa ninguna teoría detrás de ello. Le dejaré ese trabajo a los más true.
NIGHTWISH – “HUMAN :||: NATURE”
Este disco y este Nightwish es un claro ejemplo de lo que aludía en el texto anterior. ¿Qué es este Nightwish comparado a Oceanborn? La respuesta: es otro Nightwish y está perfecto así. Para mí. Para otros, quizás es un aburrimiento que no vale la pena. Y eso es lo lindo de la música. “Human :||: Nature” es un digno sucesor de la pieza anterior, pero mucho más mejorado. Captura las profundidades de la capacidad compositiva de Tuomas y le da mucha más oportunidad a Floor para moverse en el estilo que le sea más cómodo. Belting, operático, gutural. Nightwish también es medido con una minuciosidad dolorosa, sobre todo luego de la creciente popularidad de Floor Jansen; y a este disco del 2020 no le dieron tregua. Fue adorado y sentenciado a muerte a la vez. Lamentablemente con la poca promoción que ha tenido gracias a la pandemia y ausencia de shows, no estoy segura de qué canciones serán realmente memorables en el futuro. Espero que la banda tenga la oportunidad de resarcir esto, puesto que me parece un infortunio para uno de sus álbumes más ambiciosos. Sin embargo merece un lugar ganado en este podio y mi corazón; inclusive toda la segunda parte puramente orquestal, porque me la he disfrutado de principio a fin. Me hizo rememorar esas escenas eternas en “The Tree of Life”; mi película favorita. Algunas veces inclusive he escuchado sólo la segunda parte.
KARI RUESLÅTTEN – “SØRGEKÅPE”
Kari siempre es luz donde hay tinieblas. Sea con su música o puramente su imagen. Lo que inspira, lo que crea, lo que habla y cómo lo dice. “Sørgekåpe” llegó a mí en medio del otoño de 2020 y se sintió cálido y dulce en un momento preciso de mi año. Sigo pensando que no es una joya particularmente; pero es bueno y disfrutable. Y en un momento de tensión cualquiera, es pura serenidad. Además es un álbum breve. Lo puedes escuchar haciendo prácticamente cualquier cosa: siempre y cuando, lo que busques sea un espacio de conexión contigo y tu soledad. De otra manera, se perderá fácilmente entre otros bullicios mundanos y cosas banales. Para mí, un álbum introspectivo. Lo guardo con cariño y aprecio profundamente que haya aparecido este 2020.
Puedes leer la reseña completa de este álbum en el siguiente link.
Texto: Mónica C. Bórquez
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