SEPULTURA – “Sepulquarta” (ALBUM REVIEW)
Por Marlen Proenza, Gentileza: Nuclear Blast
Todos hemos hablado y escuchado hasta el cansancio sobre los males que trajo la pandemia. Más allá del evidente desastre sanitario y económico en que aún está el mundo entero, se repite en todas partes un duro golpe a la cultura, del que no le será fácil reponerse.
Sin embargo, hoy queremos traerle una de las bondades de la pandemia. Es que hay algo que está claro: sin pandemia, no tendríamos Sepulquarta, bello y peculiar trabajo de los embajadores del metal sudamericano, que acaba de ser editado a través de Nuclear Blast.
Hagamos un breve regreso a febrero de 2020: Sepultura editaba Quadra, uno de los mejores discos de su carrera (lo que es mucho decir), y se aprontaba para el proceso de promoción del mismo. Quadra fue un éxito rotundo, aclamado por la crítica en el mundo entero, en forma más que justa (si quieren conocer nuestra opinión, pueden leer la reseña completa aquí), pero todo lo que debió venir después (festivales, giras, todo lo inherente a la difusión de un disco nuevo) fue arrebatado por la emergencia sanitaria.
Ante esta injusta realidad, que aquejó a los artistas de todo el planeta, Andreas Kisser y compañía, en lugar de lamentarse, comenzaron el proceso que hoy disfrutamos en formatos físicos y digitales.
Sepulquarta fue, al menos inicialmente para el público en general, una serie de transmisiones en el canal oficial de YouTube de Sepultura, que estrenaba episodio cada miércoles (de allí el nombre, claramente), durante varios meses del 2020. Durante estos miércoles de aislamiento, veíamos interacciones con fans e invitados, y versiones alternativas de clásicos de la banda, con estos invitados, grabadas desde los domicilios de cada uno de los músicos por separado.
Los que seguimos aquellas trasmisiones, disfrutamos variadas modificaciones (o no, como ya veremos) de aquellos himnos que marcaron, en muchos casos, partes fundamentales de nuestras vidas. No sabíamos, hasta terminadas las emisiones de los miércoles, que éstas versiones serían remasterizadas y editadas en un disco que es un imprescindible para fans de la banda y coleccionistas de rarezas.
De las canciones, en sí, no hay mucho que decir. La intención no era inventar nada, sino experimentar, en mayor o menor medida, con los himnos de la banda, y se eligieron 15 notoriamente representativas de toda la extensa carrera de éstos gigantes del Thrash.
Si serán representativas, que la que abre el album es Territory, el himno indiscutido del Thrash sudamericano, con David Ellefson como invitado. Y el ex bajista y fundador de Megadeth (cuya controversial salida de la banda pueden repasar aquí), tiene la característica máxima a la que puede aspirar un músico: un sonido identitario. No es necesario ver el video (disponible en YouTube, como el resto de los episodios de Sepulquarta) para notar su presencia. Con esto, aunque aparentemente se intentó reproducir la versión de estudio de este clásico, se logró algo que suena diferente, más descontracturado, aunque sin la intensidad de la ejecución en vivo.
Algo similar pasa con Cut Throat, con el experimentado Scott Ian, de Anthrax, aunque aquí, si se puede decir que se acerca en intensidad al vivo de Sepultura. Sin menospreciar al invitado, la versión alternativa de este clásico del Roots varía gracias a las diferencias entre la técnica vocal de Derrick Green y la brutalidad y facilidad para transmitir que Max Cavalera le dió a la versión original. Ni empezaremos a argumentar a favor de una u otra versión, la discusión a favor y en contra del Sepultura post Cavalera está tristemente instaurada, y no tiene sentido participar en ella.
Ahora, con Sepulnation, el cambio es grande. Porque Danko Jones aporta vocales de otro estilo, e incluso el propio Derrick Green hace una interpretación diferente a la de Nation, dando como resultado una canción totalmente distinta, hasta “fuera de estilo” podría decirse. Es uno de los encantos de un disco que, siendo un Greatest Hits, aporta nuevos sonidos.
La versión de Inner Self, con Phil Rind tiene las características de las dos primeras del álbum, ese sonido a “ensayo”: aquí las canciones no suenan como en sus versiones originales, por las propias características de la grabación y por los cambios que aportan los invitados, tampoco suenan como en los shows en vivo, con la energía de estar frente al público. Son versiones con algún pequeño cambio, pero que intentan distinguirse por lo que cada artista aporta en soledad, de forma distendida y sin miedo a experimentar, en varios casos.
Por eso, en Hatred Aside encontramos uno de los mayores logros de Sepulquarta: mejorar una versión de estudio. La versión a cuatro voces supera con comodidad a la originalmente incluida en Against (1998, primer album con Derrick Green) La impronta violenta en las vocales que resultó de la colaboración entre Fernanda Lira, Angélica Burns, Mayara Puertas y Derrick Green transformó a la nueva Hatred Aside en una aplanadora thrash.
Mask, que cuenta con Devin Townsend en guitarra y voz, no presenta enormes diferencias con su original, aparte de las que surgen del tipo de grabación y escasa (intencional) post producción, tampoco lo hace Fear, Pain, Chaos, Suffering, en que Emmily Barreto repite la colaboración realizada en Quadra. En su edición nueva, mantiene la oscuridad que la volvió de lo mejor (y lo más raro) del último trabajo de canciones inéditas de Sepultura.
Entre tanto “exito viejo”, luego de la reciente Fear, Pain, Chaos, Suffering, aparece Vandals Nest, canción que destaca por esa prueba contra la eterna discusión del “ya no tan nuevo” Sepultura. Porque se le achaca, con motivos, a la experimentación sonora del Sepultura post Cavalera (como si esto no fuera exactamente uno de los pilares identitarios de la banda desde su fundación), pero Vandals Nest, con apenas 4 años de editada, es un claro ejemplo thrasher ochentoso efectivo, para deleite de los nostálgicos. De por sí es una canción tan cliché en el estilo, que es imposible escucharla y no pensar en bandas como Testament. Alex Skolnick sólo vino a asegurar esa idea, poniendo su ejecución totalmente al servicio de la canción original.
Pero la perfección es cosa escasa, y aquí notamos algo que puede pasar por “punto flaco” en este álbum. Como ya dijimos, Sepulquarta carece de gran trabajo en post producción, a propósito. La idea original era brindar al público el mismo sonido de los episodios vistos en YouTube, que evidenciara la grabación domiciliaria. El resultado en general es bueno, la diferencia aporta algo atractivo al público. Pero en algunos tracks, la voz de Derrick Green no destaca del modo que el propio estilo de la banda requiere. Ese es, tal vez, el único reclamo a hacerle a esta compilación.
Es difícil hablar de Slave New World sin que parezca que Sepultura nos está pagando por hacerlo: en mi opinión, es la mejor canción en la carrera de Sepultura, porque tiene todo lo que identifica a la banda, todas y cada una de las características que los llevaron a ser la primera banda de este lado del mundo reconocida internacionalmente. Es directa, intensa, profunda, con riffs thrashers perfectos y representativos, si hablamos de modelo de Thrash Metal, Slave New World es todo lo que está bien.
Tan buena es, que, como pasa con todas las buenas canciones sus versiones alternativas también suelen serlo, y de ellas, la de Trivium es la mejor. Por eso, que la que aparece en Sepulquarta tenga como invitado a Matthew K. Heafy en voz y guitarra la vuelve la estrella del disco. Manteniendo el espíritu de la interpretación de Cavalera, la dupla vocal y la frescura en la instrumentación, con un sonido a “práctica distendida” vuelven a esta versión una actualización ideal al himno del Chaos A.D.
Y, como las voces engalanan a Slave New World o Hatred Aside, el triple trabajo en la percusión hace lo propio con Ratamahatta. Tal como su antecesora en este álbum, se creería que no es posible mejorar un track tan bueno y tan representativo de Sepultura, pero la intervención de las leyendas brasileñas João Barone y Charles Gavin, sumadas al virtuosismo Eloy Casagrande (a esta altura, cómodamente ubicado entre los mejores en su instrumento) defienden la nueva versión sin miedo al fracaso. Tanto se luce la percusión aquí (no exclusivamente en los solos) que casi no se nota que, con lo peculiar del tipo de grabación, tal vez sea el track con mayor calidad de grabación del disco.
Llegando al último tercio del disco, sorprende la aparición de Apes of God, que cuenta con Rob Cavestany como invitado de lujo, y más aún su elección como uno de los cortes de difusión. Pero no por falta de calidad, ni de su edición original, ni de su nueva versión, sino porque la elección parecía orientada a megaéxitos, y esta buena canción de Roorback no calificaría para ésto, siendo más bien conocida sólo por los fans (recordemos que se grabaron versiones de muchísimos clásicos durante la emisión de Sepulquarta) Desde luego, la nueva Apes Of God no decepciona.
Le sigue Phantom God, con la colaboración menos esperada en el álbum, Mark Holcomb, de Periphery. Será tal vez por intentar no marcar una diferencia extrema entre estilos, que, salvo en pequeños detalles, la canción es casi una réplica de su versión original. No por ésto es menos disfrutable.
Slaves of Pain es, sin dudas, la que más se asemeja al vivo de Sepultura. Aquí no quedaron bajas las voces (ni la de Green, ni la de Marcello Pompeu, uno de los invitados), ni faltó la energía del público, aquí parece que estamos en un megafestival (¿Aún los recuerdan? ¡Eran hermosos!) y que la pandemia nunca existió. Frédérick Leclercq, de Kreator, completa la alineación que dió vida al más intenso de los tracks de Sepulquarta.
Casi cerrando el trabajo, la maravillosa versión de Kaiowas hace que valga la pena comprar el disco. Despojada de percusión, y con el toque mágico de Rafael Bittencourt, es prácticamente un cierre perfecto, gracias al cambio radical en estilo, y a la naturalidad con la que se percibe ésta adaptación.
Orgasmatron era innecesaria, pero no molesta. Es decir, la nueva versión no aporta demasiado, además de la participación de Phil Campbell, pero no cae mal que se haya elegido para cerrar el trabajo. Si aún tienen dudas, y quieren comparar estas 15 canciones con sus versiones de estudio, aquí les dejo una playlist con todas ellas, en el orden en que aparecen en Sepulquarta.
Resumiendo: al empezar esta reseña, creíamos que iba a ser muy corta que no merecía gran extensión, considerando las características del disco. Habrán notado nuestro error. Sepulquarta, sin ser un lanzamiento super notorio, es un trabajo que no debe pasarse a fans del estilo, y a aquellos que ni conocen la discografía de Sepultura. Con sus versiones crudas, distintas, ofrece un producto que el público no está acostumbrado a escuchar, que atrae y hace simpatizar de inmediato con la buena forma que encontraron los gigantes brasileños de hacer frente a la pandemia.
Se encuentra disponible en las principales plataformas digitales, y puede adquirirse en formato físico (cd y vinilo) en la Tienda Oficial de Nuclear Blast.
Calificación: 8.4/10
- FABIO LIONE y MARCELO BARBOSA anuncian gira Latinoamericana - Agosto 31, 2021
- Falleció Charlie Watts, baterista histórico de The Rolling Stones - Agosto 24, 2021
- SEPULTURA – “Sepulquarta” (ALBUM REVIEW) - Agosto 20, 2021