Hellfest 2024, Sábado 29 de Junio – Bajo el infierno de Clisson

Hellfest 2024, Sábado 29 de Junio – Bajo el infierno de Clisson

El cielo de Clisson se volvió un lienzo cambiante el sábado 29 de junio, pintando pinceladas de fuego y de agua sobre la multitud. Pero más allá de los fenómenos meteorológicos, lo que realmente brilló fue la energía de los asistentes, que con cada gota de lluvia y rayo de sol, demostraron su devoción por el metal. El Hellfest es un festival a prueba de todo, y demostró una vez más que, pesar de las condiciones climáticas extremas, que iban desde el calor sofocante hasta las lluvias torrenciales, ni las bandas ni el público flaquearon. Una muestra más de que el metal es un estilo de vida que trasciende cualquier adversidad.

Rhapsody Of Fire

El sábado en Clisson comenzó con una dosis de heroísmo y fantasía gracias a Rhapsody of Fire. Desde el Mainstage 2, los italianos nos transportaron a reinos lejanos con su característico Power Metal sinfónico. Con una puesta en escena majestuosa y una energía contagiosa, Rhapsody nos regaló un concierto inolvidable, demostrando una vez más por qué son considerados uno de los pilares del género.

La jornada comenzó con fuerza con ‘Unholy Warcry’, un himno que puso a todo el público a corear y a mover los puños al ritmo de sus poderosas guitarras y las melodías épicas de Alex Staropoli. A continuación, la banda nos llevó en un viaje a través de su extenso catálogo, interpretando clásicos como ‘Chains of Destiny’, que nos hizo recordar las batallas más épicas de la historia.

Pero fue con ‘Emerald Sword’ cuando el público estalló en júbilo. Este tema, uno de los más emblemáticos de Rhapsody, se convirtió en el punto culminante del concierto, con un Alex Staropoli desbordando energía y una orquesta virtual que nos sumergió en un mundo de fantasía.

The Casualties

El Warzone se convirtió en una auténtica batalla campal cuando The Casualties hicieron su aparición. Leyendas del punk rock neoyorquino, estos veteranos del hardcore nos demostraron una vez más por qué son considerados uno de los pilares del género. Con su sonido crudo y directo, The Casualties inyectaron una dosis de adrenalina pura en el festival, dejando claro que el punk sigue más vivo que nunca.

Desde el primer acorde, la intensidad fue palpable. La banda, liderada por el carismático Ricky Mihailo, no dejó respiro al público, que se entregó de lleno a cada canción. Con clásicos como ‘Under Attack’ y ‘I Don’t Wanna Live Like This’, The Casualties nos recordaron por qué el punk rock es un género tan visceral y lleno de energía.

El público, una masa compacta y entregada, coreó cada letra y saltó al ritmo de los frenéticos punteos de guitarra. El mosh pit se convirtió en un hervidero de cuerpos que se movían al unísono, demostrando que el espíritu punk sigue vivo y coleando.

La puesta en escena de The Casualties fue tan sencilla como efectiva. Sin grandes artificios, la banda se centró en lo esencial: la música. Ricky Mihailo, con su voz áspera y llena de rabia, se convirtió en el líder indiscutible de la fiesta, incitando al público a cantar y a saltar sin descanso.

Brutus

Desde los primeros acordes de ‘War’, el público del Hellfest se vio envuelto en un maelstrom de emociones. La voz visceral de Stijn Vanhoegaerden, combinada con los riffs pesados y las melodías envolventes de la banda, crearon una atmósfera densa y opresiva que nos dejó sin aliento.

La diversidad musical de Brutus fue otro de los puntos fuertes de su presentación. Temas como ‘Liar’, con sus cambios de ritmo y sus momentos de introspección, demostraron la versatilidad de la banda. Pero fue con ‘Brave’ cuando el público estalló en júbilo. Este himno a la superación personal se convirtió en uno de los momentos más emotivos del concierto.

El cierre, con ‘Sugar Dragon’, fue una explosión de energía que dejó al público con ganas de más. La banda belga demostró una vez más por qué son una de las bandas más interesantes del panorama musical actual.

Legion Of The Dammed

El Altar del Hellfest se convirtió en un verdadero infierno cuando Legion of the Damned hizo su aparición. Los holandeses, maestros del death metal melódico, desataron una tormenta de riffs afilados y blast beats que dejó al público sin aliento. Con su sonido oscuro y agresivo, Legion of the Damned demostró una vez más por qué son considerados una de las bandas más brutales de la escena.

Temas como “Slaughtering the Pigs”, “Doom Priest” y “Son of the Jackal” fueron los encargados de encender los ánimos del público. Con cada riff, cada grito gutural y cada golpe de batería, la intensidad iba en aumento, creando una atmósfera densa y opresiva que nos transportó a las profundidades del infierno.

Extreme

El escenario del Hellfest, aún reverberando con la anticipación de la inminente actuación de Metallica, se convirtió en el escenario perfecto para que Extreme demostrara su poderío. Con un setlist cuidadosamente seleccionado, la banda estadounidense logró calentar al público de una manera espectacular, preparando el terreno para lo que sería una noche inolvidable.

Temas como “It’s a Monster”, con su energía contagiosa y su riff característico, pusieron al público a saltar desde el primer acorde. La voz inconfundible de Gary Cherone, llena de potencia y sentimiento, se combinó a la perfección con los virtuosos solos de Nuno Bettencourt, creando una atmósfera eléctrica que contagió a todos los presentes.

“Decadence Dance”, con su groove irresistible y su letra provocativa, fue otro de los momentos destacados de la noche. La banda demostró una vez más por qué son considerados uno de los grupos más influyentes del rock de los 90.

Pero fue con “#REBEL” cuando el público estalló en júbilo. Este himno a la rebeldía, con su mensaje poderoso y su ritmo pegadizo, se convirtió en el punto culminante de la actuación. La bandera estadounidense ondeaba en el escenario mientras Nuno Bettencourt desplegaba todo su virtuosismo en un solo de guitarra épico.

Extreme demostró que sigue siendo una banda en plena forma, capaz de encender a cualquier público.

Chelsea Wolfe

El Valley del Hellfest se transformó en un oasis de oscuridad y belleza cuando Chelsea Wolfe hizo su aparición. En un escenario iluminado de manera cálida y acogedora, la artista estadounidense nos invitó a un viaje introspectivo a través de su música, creando una experiencia íntima y memorable.

A diferencia de sus habituales shows envueltos en una atmósfera oscura y teatral, esta vez Chelsea Wolfe nos recibió con una sonrisa, creando un ambiente más cercano y personal. Con su nuevo álbum, She Reaches Out to She Reaches Out to She, como protagonista principal del setlist, la cantante nos sumergió en un universo sonoro lleno de matices y emociones.

Canciones como “Whispers in the Echo Chamber” nos transportaron a paisajes oníricos y melancólicos, mientras que clásicos como “Feral Love” de Pain Is Beauty y “Carrion Flowers” de Abyss nos recordaron la evolución de su sonido a lo largo de los años.

La interpretación de “Flatlands”, con el cielo amenazando lluvia, fue el broche de oro perfecto para una actuación inolvidable. La combinación de la voz etérea de Chelsea Wolfe, la melancolía de la canción y el ambiente crepuscular del festival crearon un momento mágico que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.

Esta presentación de Chelsea Wolfe fue una grata sorpresa. Al prescindir de su habitual puesta en escena, la artista nos mostró una faceta más íntima y vulnerable, conectando con el público de una manera única. Sin duda, una experiencia inolvidable y un recuerdo para toda la vida.

Mr. Bungle

La lluvia, que comenzó a caer con intensidad al ritmo de la música de Mr. Bungle no hizo más que intensificar la experiencia, creando una atmósfera caótica y salvaje que acompañó a la banda durante toda su actuación.

En el centro de esta tormenta musical, encontramos a dos leyendas del metal: Scott Ian, el incansable guitarrista de Anthrax, y Dave Lombardo, el batería demoledor que ha dejado su huella en bandas como Slayer y Suicidal Tendencies. Ambos músicos, además de ser miembros de Mr. Bungle, aportaron su experiencia y energía a un show que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.

Ian, con su característico sonido y su presencia escénica, se encargó de crear riffs afilados y contundentes que impulsaron a la banda hacia adelante. Lombardo, por su parte, demostró una vez más por qué es considerado uno de los bateristas más influyentes del metal, con sus ritmos precisos y poderosos que marcaron el tempo de cada canción.

La combinación de estos dos músicos, junto con el resto de la banda, resultó en un sonido explosivo y lleno de matices, que hizo vibrar a todos los presentes. Desde los momentos más caóticos y frenéticos hasta las secciones más melódicas y experimentales, Mr. Bungle demostró una vez más su versatilidad y su capacidad para sorprender.

A pesar de la lluvia, el público respondió con una energía desbordante, coreando cada canción y moviéndose al ritmo de la música. La combinación de la lluvia, la música y la energía de la banda creó una experiencia inolvidable que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.

Julie Christmas: Una revelación en el corazón del Hellfest

Hellfest 2024 nos regaló momentos inolvidables, pero pocos tan impactantes como la presentación de Julie Christmas. Para muchos, su nombre era desconocido, pero su actuación se convirtió en una de las grandes sorpresas del festival.

Con una puesta en escena minimalista pero cargada de simbolismo, Julie Christmas hizo su entrada al escenario con una máscara que ocultaba su rostro. En ese instante, el ambiente se electrizó y una expectación palpable se apoderó del público. Al retirar la máscara, la catarsis sonora se desató, envolviendo a todos en una ola de intensidad y emoción.

Su setlist, centrado en su álbum Ridiculous and full of blood, fue un viaje oscuro y visceral. Temas como “Blast”, “End of the World” y “Not Enough” nos clavaron en el corazón con su crudeza y belleza. La voz profunda y gutural de Julie Christmas, acompañada por una banda sólida y compacta, creó una atmósfera opresiva y magnética que nos dejó sin aliento.

Fue una decisión arriesgada perderse a Metallica para presenciar este espectáculo, pero sin duda valió la pena. Julie Christmas nos demostró que el Hellfest es un festival que no tiene miedo de apostar por propuestas arriesgadas y de ofrecer al público experiencias únicas.

Su actuación fue una revelación para muchos, una muestra de que el metal extremo puede ser mucho más que ruido y violencia. La música de la cantante es una exploración profunda de las emociones humanas, una invitación a sumergirnos en un universo oscuro y fascinante.

Eivor

Con su voz poderosa y su presencia escénica magnética, Eivør transportó al público a un mundo de ensueño, donde las melodías tradicionales feroesas se entrelazaban con sonidos más contemporáneos. Su setlist fue un viaje a través de su discografía, desde canciones más conocidas hasta joyas ocultas que deleitaron a los fans más acérrimos.

Desde los primeros acordes, el público se entregó por completo a la música de Eivør. Su voz, con esa mezcla única de fuerza y dulzura, resonó en cada rincón del escenario Temple, creando una atmósfera mágica y emotiva. Cada canción era una historia en sí misma, contada con una intensidad y pasión que conmovieron a todos los presentes.

La puesta en escena, sencilla pero efectiva, realzaba la figura de Eivør y su música. La iluminación, los visuales y la interacción con la banda crearon un ambiente íntimo y envolvente, perfecto para conectar con el público.

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