KAYLETH – 2020 Back to Earth (ALBUM REVIEW)

KAYLETH – 2020 Back to Earth (ALBUM REVIEW)

Por G_Radaghast B.P.

Nos dijo el sello en su afiche promocional que “Después de años de viajar a través del espacio buscando nuevos mundos, este 8 de mayo Kayleth regresa a su planeta nativo con su esperado tercer larga duración titulado “2020 Back to Earth”, a través de su nave nodriza Argonauta Records (…)” Por el arte de tapa y el discurso de Argonauta intuí que nos encontraríamos con un stoner en extremo espacial y sicodélico, pero nuevamente, las palabras empalagosas y las portadas (de discos, libros y hasta de personas, en cierto sentido) no tienen nada que ver con lo que contienen. Pero antes, un poco de biografía.

Kayleth se formó en Verona, Italia, en el año 2005. En sus 15 años de existencia han lanzado varios ep’s y dos álbumes previos, que lamentablemente no he tenido oportunidad de escuchar (En Spotify se encuentran estos dos álbumes previos, un extended ep y un single). Integran la banda Massimo Dalla Valle en las guitarras, Alessandro Zanetti en el bajo, Daniele Pedrollo en la batería, Enrico Gastaldo en voces y Michele Montanari en los sintetizadores.

Respecto al álbum, éste nos ofrece 10 canciones, rondando cada una entre los 4 a 5 minutos de duración. En general, el disco es una muestra de stoner rock de buena factura y nivel, tanto de ejecución como de composición, bastante convencional en el sentido de ser en buena medida, stoner rock puro con un toque de “sonidos espaciales” otorgados por los synth de Michel: una batería dinámica y sencilla, que toca con fuerza y pesadez y que suena un cañón a lo largo del disco: un bajo musculoso, que desborda protagonismo – como debe ser en este estilo, sino despertarías la ira de Geezer Butler (Black Sabbath) – y que suena bastante bien en la equalización final. Las guitarras de Massimo cubren casi todo el espectro auditivo, la ejecución es competente pese a reciclar algunos riffs que ya habíamos escuchado antes; como guitarra rítmica cumple su objetivo, los solos que figuran en el disco son escasos pero bellísimos. En cuanto a la voz, no es la típica del estilo o sea, no es un remedo a la de Ozzy o a la de John García (ex Kyuss, ex Slo Burn, Hermano, Unida) ni tampoco tiene ese feeling surf del cantante de Nebula; Enrico tiene una voz raspada a la usanza de Lemmy pero no tan gastada ni ronca, logrando una similitud con James A. Rota II, de la banda Fireball Ministry. Lamentablemente siento que la voz quedó un tanto ahogada por las guitarras, pese a que en muchas secciones hay dos o tres pistas vocales. Craso error del ingeniero para mi gusto, puesto que no es una voz deficiente que debas “tapar” con guitarras, yo la habría puesto más adelante para darle un efecto más “in your face”. En fin…

Llegados a este punto, debemos ser honestos: en el género musical que practica la banda, stoner rock, es sumamente complicado crear una obra de arte original o única: el estilo acaba de cumplir 50 años (el 13 de febrero de 1970 fue el lanzamiento del disco homónimo de Black Sabbath) y luego de desligarse con propiedad como género musical distinto del doom, en especial a través de la línea musical trazada por Hawkwind, Trouble, Fu Manchu, Monster Magnet y Sleep, el stoner cobró visibilidad con el éxito alcanzado por Kyuss durante la primera mitad de los noventa (Recordemos que hasta Kurt Cobain les hacía propaganda). De ahí para adelante, el género explotó y surgieron una gran cantidad de bandas que expandieron sus límites, fusionándolo con otros estilos (y con otras drogas además de la marihuana, jajaja)

En lo que se refiere a stoner de sabor espacial, Kyuss incursionó con esa receta en el disco “Blues for the Red Sun” (Dalí Records, 1992) como también los hermanos bonaerenses Los Natas con sus discos “Delmar” y “Ciudad de Brahman” (Man’s Ruin Records, 1998 y 1999 respectivamente). Podríamos seguir enumerando exponentes que siguieron esta senda desde finales de los 90/principios de los 2000 como Nebula, Spiritu, Orange Goblin, etc.

En resumidas cuentas, es difícil crear algo verdaderamente original o que escape a cualquier tipo de influencia. Volviendo al disco, las primeras dos canciones recuerdan a ese sonido sueco standard de bandas stoner, como Dozer, Demon Cleaner o el primer disco de Spiritual Beggars. Tanto “Corrupted” y “Concrete” suenan bastante convencionales, excepto el minuto final de “Concrete” donde de verdad escuchamos sonidos “espaciales” con un solo hipnótico, una línea de bajo seductora y unos efectos de synth que te hacen volar (con o sin “algo para la mente” de por medio). No me mal entiendan, son dos excelentes canciones, pero respetando el dogma clásico del estilo, excepto lo ya mencionado.

La sorpresa nos la da el tema siguiente, “Lost in Canyons”, el cual luego de un arranque en guitarra nada original, se agregan esos efectos de ruido (como de “lásers” de película de los 70 u 80) pero lo más notable además del solo lleno de efectos geniales es la aparición de un solo de saxofón! Creo que es primera vez que escucho este instrumento en una banda de este estilo, suena increíble como se ensambla con el synth y la guitarra, así que suma muchos puntos a su favor!

Sigue “The Dawn of Resurrection” con una línea de bajo poderosa dentro de una canción, nuevamente más típica del stoner, pero con una línea vocal que no deja de ser ganchera, alargando las notas por encima de los demás instrumentos. Los sonidos más propiamente espaciales regresan con “Delta Pavonis”, una bellísima composición que desde un principio te encanta con una intro bass riff acompañada de las voces tipo coro de Enrico y unos teclados profundos y evocadores. Sin exagerar, creo que es un verdadero himno del stoner espacial – esta vez sí que lo es – escondido dentro del disco de una banda under como Kayleth. Ya sé, ya sé: el riff de la canción ya lo hemos oído antes, pero cuando se utiliza inteligentemente como en esta canción, se vuelve a disfrutar. Ni qué hablar del solo inspiradísimo de Massimo.

“By your side” nos devuelve a los senderos del stoner más clásico, con una melodía y riffs bien gancheros, rematados con una especie de “solo” en sintetizador, martillado por una línea de bajo terriblemente asesina (Alessandro se voló la barda en este álbum, qué manera de marcar el ritmo a la vez de destacar en partes iguales)

“Electron” nos sorprende con una batería triggeada que suena como programada, y que luego de unas guitarras wah wah le cede todo el protagonismo al bajo el que literalmente toma el mando. Retoma ciertas características de “Delta Pavonis” como la vocalización alargada adquiriendo cierto toque “Ozzy”. Las uñetas de las guitarras y bajo son muy “de fogata”, si es que entienden a lo que me refiero (cuerdas tocadas mediante rasgueo constante).

“The Avalanche” ruge con extrema pesadez agarrando un ritmo más rápido pero sin dejar de ser bailable, mientras suenan unos vientos sintetizados de fondo. Otra vez el bajo comiéndose los demás instrumentos pese a la oposición de la batería la cual esta vez está más presente. El solo de guitarra pone las cosas en orden, bajando las revoluciones a un ritmo bien doom.

“Sirens” es otra gema del stoner espacial más representativo: al mismo nivel de “Delta Pavonis” esa intro bass riff nuevamente, la voz pasada por vocoder, el synth pintando el cosmos con sus teclas y la voz de Enrico que – por fin! – se luce con todos sus tonos. Los instrumentos guardan silencio para escuchar sólo a Enrico en dos pistas de afinaciones distintas acompañado sólo por el sintetizador, adoptando la guitarra una estructura muy “Iommi” al igual que el solo que nos regala. Esta joya tiene un aire solemne que a mí personalmente me hizo evocar a “In the Sign of the Southern Cross” de Black Sabbath de la era Dio, guardando las distancias obviamente. Lástima que no dure lo suficiente.

Para finalizar, un tema extrañísimo: “Cosmic Thunder MST V4” luce como una mezcla de música disco ultra bailable con stoner (¿Será la música de discoteca alien típica? No one knows) pero que no deja de tener un coro ganchero y una melodía vocal ídem.

Si llegaron hasta aquí, podrán apreciar que fue toda una aventura escuchar este disco. Rebajando las expectativas del sello y lo que cualquier manager intencionado pueda decir, es claro que este es un gran álbum, independiente de la etiqueta que se quiera darle: para mí, no tiene ni doom ni sicodelia a destajo, más bien se trata de un stoner rock de excelente factura, que a veces escapa a lo convencional alcanzando cotas de belleza cósmica en algunas canciones como las destacadas “Lost in Canyons”, “Delta Pavonis”, “Electron” y “Sirens”. Lograron diferenciar cada canción dándoles a cada una una identidad propia, lo cual no deja de ser un mérito para una banda que va en su tercer disco. Definitivamente escucharé su discografía anterior. Totalmente recomendado para los amantes del stoner y del rock general, por último maravíllense con los temas que les destaqué.

Un nuevo acierto de Argonauta Records: con la cantidad de buenas bandas que han fichado, ¿porqué no arman un festival propio itinerante? Les dejo la sugerencia y si la aceptan, espero mi entrada VIP.

Género: Stoner Rock, Psychedelic
Lanzamiento: 08-05-2020
Sello: Argonauta Records

Tracklist

1.- Corrupted 4:33
2.- Concrete 5:32
3.- Lost in Canyons 5:08
4.- The Dawn of Resurrection 3:15
5.- Delta Pavonis 4:57
6.- By your side 4:36
7.- Electron 4:40
8.- The Avalanche 4:13
9.- Sirens 4:36
10.- COSMIC THUNDER MST V4 4:30

Calificación: 8.5 / 10

Gentileza Argonauta Records

.:G_Radaghast B.P.
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